martes, 17 de agosto de 2010

Atenas

ATENAS

“Hemos reconstruido su historia [la de Atenas] a partir del relato de un joven ateniense que vivió en la época de Pericles y se llamaba Epístocles.
Soy ateniense. He nacido pues en la polis de los atenienses o en Atenas, como se la llama. Nuestra polis ocupa toda la península del Ática. Es una de las polis más grandes que formaron los griegos. De cualquier manera, pese a su extensión, es posible recorrerla en dos días de marcha, de punta a punta del Ática.
Dicen que la tierra en esta zona es más fértil que en otras, capaz de dar alimento a un numeroso ejército sin que esos hombres tuvieran que trabajar la tierra.
El Ática se encuentra rodeada por el mar, Nuestros vecinos por tierra son la polis de Megara, ya en el istmo de Corinto y la de Tebas, en la zona que llamamos Beocia.
La zona de la montaña es árida, la hierba es escasa. Hay montes que nos proporcionan una piedra calcárea, blanca. Lo más importante son las minas de Laurión que nos dan plomo y plata y las can­teras de mármol blanco de grano fino. En los montes crecen arbustos como el pistacho, el mirto, la lavanda, la savia. Son plantas olorosas que atraen a las abejas. En sus laderas, se crían ovejas y cabras. Hay grandes llanuras. Una de las Planicies, la del Eleusis, está consagrada a la diosa Deméter, que es la diosa de la agricultura. Hay pequeños arroyos que permiten cultivar higueras, olivos y vides.
La zona de la costa, permite a sus habitantes dedicarse a la pesca. En las bahías más profundas, los navegantes pueden proteger sus naves.
Cuentan nuestros antepasados que el origen de la ciudad estuvo en manos de Teseo, quien propu­so a todos los habitantes del Ática vivir unidos en una sola polis. Teseo recorrió los poblados y las familias para convencerlos de su proyecto.
La Acrópolis, que es la parte alta de la ciudad, está situada a cinco quilómetros del mar. Esta colina estuvo consagrada desde tiempos lejanos a la lechuza. Por eso, ese animal es uno de nuestros sím­bolos. La diosa que nos protege es Atenea, quien nos regaló el olivo, y también Poseidón, el dios del mar, quien nos regaló el caballo. Ellos tienen sus templos en la Acrópolis, además de otros dioses; como Zeus. Teseo consiguió formar una única polis, con autoridades comunes a todos los habitantes del Ática. Ese día es recordado aún con una gran procesión en honor a la diosa Atenea. Son las Panateneas.
Mi padre y mi madre son nacidos en Atenas, y como ellos, mis abuelos. Algunos de mis antepasados vivían en el campo, incluso hoy tengo parientes que lo siguen haciendo. Pero mis abuelos prefirie­ron instalarse en la ciudad misma. Uno de ellos es artesano y el otro comerciante. Mi padre heredó el oficio de comerciante de su padre, pero dedicó los mejores años de su juventud a la guerra contra los persas. Yo nací cuando volvió a reinar la paz, cuatro años después de las batallas de Platea y de Micala. Ahora, tengo 20 años, en mi ciudad gobierna Pericles. Atenas es una ciudad próspera, se han construido largas murallas. Pero no siempre la vida en mi polis ha sido igual. Quiero relatarte la historia, tal cual mi padre y mis abuelos me la han contado.
………………………………………………………………………………………………………………………
Debido a la extensión de nuestro territorio y a su fertilidad, los atenienses no fundamos colonias como lo hicieron nuestros vecinos. Pero sí llegaban a nuestro puerto los barcos cargados con pro­ductos de todo el Mediterráneo. Con el desarrollo del comercio, se fueron enriqueciendo los comer­ciantes y artesanos, y también muchos nobles, que preferían dedicarse a esas actividades. Las leyes, igual que en las demás polis, seguían siendo trasmitidas oralmente, quiere decir que sólo los nobles las conocían y, por lo tanto, las aplicaban en su beneficio. Los legisladores eran funcionarios nom­brados para poner por escrito esas leyes, de forma que todos las conocieran. Uno de ellos, al que recordamos por su nombre, fue Dracón. Con las leyes escritas, se podía evitar ahora el abuso de los jueces, o las venganzas familiares. Pero, los problemas siguieron.
En el campo, convenía plantar vid y olivo en vez de cereales, ya que los cereales que llegaban de otras regiones eran mejores y más baratos que los nuestros. Pero dedicarse a esos nuevos cultivos lleva su tiempo. Muchos campesinos, dueños de tierras en las montañas, contrajeron deudas o se convirtieron en jornaleros trabajando para los nobles. Cuando las deudas no se podían pagar, el campesino y hasta su familia pasaba a ser un esclavo por deudas.
En la ciudad, se habían enriquecido los artesanos y comerciantes, pero no se los dejaba participar de la vida política con el mismo derecho que los nobles.
Solón, otro legislador, realiza medidas importantes. Reduce las deudas de los campesinos y prohíbe la esclavitud por deudas. Estimula el desarrollo de las artesanías.
Organiza a los ciudadanos atenienses no en base a su nacimiento, sino en base a su riqueza, tanto para las funciones políticas como para las obligaciones con el ejército. La primera clase, los ciuda­danos más ricos deben pagar los suministros del ejército (barcos, armas). Los de la segunda clase, son los caballeros, van al ejército con su caballo. El tercer grupo, es el de los hoplitas, los soldados de infantería pesada. El cuarto grupo, los jornaleros, que no tienen dinero para comprar armas o caba­llos, son los que cumplen las funciones de remeros en la flota ateniense. Los derechos políticos se distribuyen de acuerdo a estas clases. Los de las dos primeras clases ejercen las magistraturas más importantes, así como el Consejo del Areópago. Solón !e quito poderes al Areópago en beneficio de la Asamblea (en la que participan todos los ciudadanos), crea un nuevo órgano de gobierno, la Bulé, y un tribunal popular, la Helaia.
Lamentablemente, no todos los atenienses quedaron conformes con las reformas de Solón. Hubo rivalidades entre ellos. Así subió al poder, Pisístrato, como un tirano. Era un noble, pero buscaba ayudar a los pequeños campesinos. A ellos les concedió préstamos para trabajar sus tierras. Impul­só la construcción en Atenas de templos y caminos; con lo que dio trabajo a los artesanos. Apoyó también a los comerciantes. A su muerte, los hijos trataron de continuar con el poder, pero no lo lograron. Los atenienses querían vivir nuevamente según las leyes.
Sube entonces al poder, Clístenes, apoyado por un grupo de ciudadanos. Sus reformas consiguie­ron que Atenas fuera por fin una democracia. Logró terminar con el poder de los nobles, al dividir a la población ateniense según su lugar de residencia. Así, para ser ciudadano; debes ser nacido en el Ática e hijo de padres atenienses. Todos los ciudadanos tienen el mismo derecho a participar en los órganos de gobierno. También promulgó una nueva ley, la del ostracismo, para que el pueblo pu­diera votar el exilio de aquellos que amenazaran convertirse en tiranos.
Estas reformas de Clístenes, aunque no tuvieran el agrado de los nobles, no pudieron ser rechaza­das, porque poco tiempo después nos veríamos amenazados por los persas Quienes pretendían conquistar nuestra tierra.
En mi polis se consideran importantes muchas funciones: plantar la tierra para obtener buenos frutos, hacer buenos vinos y aceites, hermosos vasijas que permitan intercambiar nuestros produc­tos por otros llegados de lejanos tierras. Pero sin duda, lo más importante que podemos hacer los atenienses es dedicarnos a la política.
En la Asamblea o Ecclesia podemos participar todos los ciudadanos. Nos reunimos en la colina del Pníx, pues ya el ágora nos ha quedado pequeña. Las sesiones empiezan al amanecer. Allí se presen­tan los proyectos de ley preparados por la Bulé, escuchamos a los oradores que defienden o propo­nen temas a discutir, y se vota. Tenemos poder para decidir sobre las leyes, la guerra y la paz y para votar el ostracismo de la polis a quien consideremos peligroso para la democracia. La Ecclesia debe elegir todos los años a los magistrados entre los más aptos para algunas funciones importantes como lo son los estrategas, quienes se encargan de las funciones militares. También elegimos a los tesoreros, quienes deben cuidar los bienes de la polis. Los otros funcionarios son sorteados para que todos tengan las mismas posibilidades. De entre todos los ciudadanos, se sortea también a los 500 integrantes de la Bulé, el consejo encargado de preparar las leyes y a los miembros de la Helaia, el tribunal que juzga los delitos.
Pericles es estratega en estos momentos (entre los años 443 y 429 a.C.). Para que la democracia fuera más efectiva, él dispuso que los ciudadanos pobres pudieran recibir un pago por participar de la Asamblea.[…]”

Texto extraído de: “Pensar la Historia 1”, Edición del Colegio Seminario


Ejercicios
1- Busca en el diccionario las palabras que no entiendas y anótalas.
2- Subraya las ideas más importantes.
3- Realiza un esquema con las ideas más importantes del texto hasta la zona punteada.
4- ¿Cuáles fueron las reformas realizadas hasta llegar a la democracia?
5- Escribe cuáles son las funciones de las siguientes instituciones atenienses: Asamblea, Bulé, magistrados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario